jueves, 8 de diciembre de 2011

Míos tan míos, pero no tuyos

Mi última visión de ti,
fue tu rostro tras la ventana
de un tren interminable
que te llevaba de regreso.
Me quedé con el sabor de tus besos
Y tu último adiós…
revoloteando en la nada.
Falta tu presencia,
las horas pasan abrazadas al tiempo,
murmurándole al oído
los minutos pasados,
susurrándole al oído
las promesas de amor eterno,
de pasión infinita.
A través de las ventanas del tiempo,
mas allá de las tenues neblinas milenarias,
mas allá de la inmortalidad
de las horas muertas,
te entreveo, percibo tu presencia.
En el andén de los tiempos idos
aún se escucha el eco
de tus pasos fugitivos.
De la mano de tu alma
corres al infinito,
te detienes
al borde del olvido.
Aún en estos tiempos te escribo poemas,
míos…tan míos, pero no tuyos…
nunca tuyos.